Las lanas minerales resultan un elemento primordial al realizar la reforma de una casa. Un material inocuo y biosoluble de gran aislamiento acústico, térmico e ignífugo. Lo que le ha convertido en el aislante más empleado en toda la Unión Europea.
Una de sus principales características es que se trata de un material aislante incombustible. En caso de incendio el efecto de propagación del fuego quedaría mitigado, protegiendo mejor los bienes materiales y personas que se encuentren en el edificio. No sólo es efectivo frente al propio fuego. También frente a humos tóxicos y gases que se desprenden en estos casos y que resultarían peligrosos.
Pero su principal característica es su gran capacidad de aislamiento, lo que le convierte en una apuesta segura para elevar la eficiencia energética de una infraestructura. Estamos hablando de una reducción del consumo energético que puede oscilar entre un 50 o un 80%. Con el consecuente impacto para el medio ambiente y para el ahorro económico de propietarios o inquilinos de la vivienda o edificio en el que se utilice.
Lanas minerales: un aislante térmico… y acústico
Asimismo, funcionan como aislante acústico, combatiendo el ruido. Este último es un gran problema para la mayoría de habitantes de pequeñas y grandes ciudades, ya que no permite un correcto descanso y afecta negativamente a la salud. Ese efecto negativo no se convierte tan sólo en un posible desarrollo de enfermedades auditivas, sino también con otras relacionadas con el aparato cardiovascular u mentales.
Para evitar y poner solución a estos problemas, las lanas minerales han demostrado en diferentes pruebas una reducción de ruidos de hasta 70 decibelios. De esta forma, resultan de gran ayuda tanto para dormir mejor como para realizar las actividades cotidianas en casa de forma más tranquila y sin molestias.
Efectos positivos para la salud
Pero ese no es el único refuerzo que ofrecen para la salud de los residentes. Todas las personas pasamos una gran cantidad de tiempo dentro de edificios. Ya sea en casa o en la oficina, y la calidad del aire puede afectar negativamente al estado de la persona. Un edificio con un mal aislamiento o con materiales de mala calidad puede ayudar a empeorar o hacer enfermar a quienes pasan más tiempo respirando ese aire.
Sin embargo, estas lanas lanas disponen de un certificado EUCEB de producto biosoluble y pertenecen al grupo 3 de materiales que no pueden clasificarse como cancerígenos para el hombre. Dos apuntes que señalan que son inofensivos para los seres humanos y, por tanto, que ayudan a proteger su estado de salud.
Otro de los beneficios de las lanas minerales es su durabilidad. Frente a otros materiales que se erosionan y desgastan con el tiempo, estas han demostrado una mejor resistencia, gracias a su baja degradación. Los test realizados en diferentes edificios han mostrado que, hasta 50 años después, el material continúa siendo efectivo. Asimismo tanto la integridad estructural como sus propiedades continuaban en buen estado.
En resumen, el uso de las lanas minerales en la construcción o reforma de una propiedad generará una mayor seguridad, un mejor aislamiento (térmico y acústico), mejor calidad de vida y una alta durabilidad.