Después del temporal de nieve que ha cubierto varias provincias de nuestro país con un manto blanco, suponiendo una subida de la luz en un 27%. Muchos os preguntaréis sobre la existencia de algún tipo de vivienda que sea energéticamente eficiente, y que suponga un ahorro de los gastos de luz y calefacción. Y la respuesta es sí. Las viviendas de las que hablamos de forma frecuente en nuestro blog, las viviendas Passivhaus, mantienen la temperatura estable, ya nieve, llueva o haga sol. La clave se encuentra en su sistema de recuperación del calor:
Gráfico: Álvaro Undabarrena
Cómo considerar una vivienda Passivhaus
Para que una vivienda sea considerada Passivhaus, debe cumplir cinco premisas: tener un excelente aislamiento térmico, instalar ventanas y puertas de altas prestaciones, contar con un sistema de ventilación mecánica con recuperación del calor, poseer un alto grado de estanqueidad y carecer de puentes térmicos. Con todo esto, se consigue mantener el calor dentro de la vivienda evitando pérdidas de temperatura.
El sistema de recuperación del calor, funciona utilizando las corrientes de aire para mantener dentro del hogar una temperatura agradable. Mediante un sistema de ventilación centralizada, se aprovecha el calor del aire que ya se ha usado en el interior, que ya está viciado y que se mantiene a 20 grados, para templar el aire que entra del exterior. De esta forma, aunque el aire de fuera esté a cero grados, entra en el hogar a una temperatura de entre 17 y 19 grados, pues le roba el calor al aire que sale del interior.
Además, en las viviendas Passivhaus, se mantiene el calor mediante paredes, ventanas, cubiertas y una envolvente térmica que presentan unas pérdidas de calor muy inferiores a a las de cualquier otro edificio de viviendas. De tal forma, que aunque la temperatura exterior, sea la propia de un temporal de nieve, la temperatura exterior se mantiene a unos 20 grados sin utilizar sistemas de climatización.